En el corazón de 1981, nació la Escuela Industrial Particular Lautaro, marcando el inicio de una travesía educativa con su reconocimiento oficial mediante la Resolución Exenta N° 12659 el 31 de agosto de ese mismo año. Este centro educativo lleva con orgullo el nombre de Lautaro, en homenaje a aquel valiente cacique mapuche que lideró la resistencia contra el imperio español, reflejando una iniciativa del Ministerio de Educación destinada a celebrar a personajes históricos que enorgullecen a nuestra nación.
Originalmente ubicada en la calle Ureta Cox N° 1020, la escuela comenzó impartiendo carreras de Electromecánica, Computación y Mecánica Automotriz bajo el nombre de Centro Educacional Lautaro. Los colores rojo y amarillo de su primera insignia institucional simbolizaban el comienzo de una misión educativa, sostenida por la familia Readi Catán.
A lo largo de los años, la escuela desarrolló una identidad propia, evidenciada en sus políticas y actividades centradas en la Educación Técnico Profesional. En los inicios de la década de 1990, la escuela experimentó un cambio de sostenedor, pasando a ser gestionada por la Corporación Educacional Lautaro, una entidad sin fines de lucro. Con este cambio, se trasladó a su ubicación actual y se enfocó en la especialidad de Mecánica Automotriz con formación Dual. La nueva insignia institucional, diseñada por los propios estudiantes a través de un concurso, refleja el profundo sentido de pertenencia y orgullo por su especialidad.
La modalidad de Educación Técnico Profesional que ofrece la escuela, acreditada por el Ministerio de Educación, está centrada en proporcionar herramientas prácticas que faciliten la inserción laboral y promuevan el desarrollo integral de sus estudiantes, formándolos como personas proactivas y ciudadanos responsables.
Hoy en día, las actividades curriculares de la escuela se canalizan en dos grandes áreas: la convivencia escolar y el apoyo a estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE). La convivencia escolar busca crear un ambiente seguro y propicio para el aprendizaje y el buen trato, mientras que el apoyo a estudiantes con NEE asegura que cada alumno reciba la atención necesaria para su desarrollo.
Adoptando el enfoque constructivista, la escuela concibe el aprendizaje como un proceso de construcción personal y colectivo de nuevos conocimientos y actitudes, a partir de los ya existentes. Este enfoque considera estrategias metodológicas diversificadas, adaptándose a los ritmos y estilos individuales de los estudiantes y sus grupos.
Los egresados de la Escuela Industrial Particular Lautaro se distinguen por su alto grado de compromiso y dedicación en sus trabajos, reflejando los valores y la educación integral que han recibido a lo largo de su formación.